La diputada Gabriela Valdepeñas destacó el avance histórico que garantiza un enfoque de género en todas las políticas públicas y leyes del país.
Valle de México.- La reciente aprobación de la Reforma Constitucional en materia de igualdad sustantiva marca un antes y un después en la protección de los derechos humanos en México. Así lo aseguró la diputada federal Gabriela Valdepeñas, quien afirmó que, con esta modificación, los derechos ya no serán interpretados de manera generalizada, sino con un enfoque que reconozca las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres.
Durante su intervención en el Congreso, Valdepeñas subrayó que esta reforma incluye aspectos clave como el reconocimiento de las desventajas que sufren las mujeres debido a su edad, nivel educativo, situación migratoria, estado de embarazo, nivel económico, salud física y mental, y las diversas formas de violencia de las que pueden ser víctimas.
“La lucha por la igualdad no es nueva; es el resultado de siglos de resistencia de mujeres que no solo han señalado las injusticias, sino que han trabajado para construir un futuro más justo”, afirmó la legisladora. Además, destacó que este avance fortalece derechos fundamentales, como el acceso a una vida libre de violencia y la eliminación de la brecha salarial por género.
PERSPECTIVA DE GÉNERO, UNA OBLIGACIÓN CONSTITUCIONAL
Valdepeñas, diputada por Tlalnepantla, señaló que esta reforma no solo establece la paridad en la designación de cargos públicos, sino que también obliga al Estado a garantizar la protección reforzada para mujeres, niñas y adolescentes. Las instituciones de seguridad y justicia deberán operar bajo principios de perspectiva de género, incluyendo la creación de fiscalías especializadas en delitos relacionados con violencia de género.
La legisladora también llamó a una reflexión colectiva y personal para identificar y deconstruir prejuicios y estereotipos que perpetúan la desigualdad. “La igualdad sustantiva no solo es una garantía legal; es un llamado a transformar nuestra visión del mundo y nuestras propias prácticas”, enfatizó.
Con esta reforma, México avanza hacia un modelo de justicia más inclusivo y equitativo, consolidando la igualdad de género como una política de Estado imprescindible.